0)? (int)$number_of_images : 20; $sql='SELECT * FROM imagenes WHERE id_galeria = 6 ORDER BY RAND()LIMIT '. $number_of_images; $query = mysql_query($sql); $i=0; while ($row=mysql_fetch_array($query)) { ?> ">" alt="" width="95" height="51" border="1">


Los mineros del Medioevo europeo creían en los espíritus subterráneos. El kobold ocupó este lugar en el folclore alemán, y se asemeja a otras criaturas de su tipo, como el knocker inglés y el coblynau galés. Las historias de los kobolds subterráneos eran comunes en Alemania en el siglo XVI. Los mineros supersticiosos creían que las criaturas eran mineros expertos y metalúrgicos, y decían escuchar los ruidos de palas, martillos y perforación de su trabajo. Algunas historias afirman que los kobolds vivían 'dentro' de la roca.

<? echo $title ?>

Las leyendas suelen describir a los kobolds subterráneos como criaturas malignas. En los pequeños pueblos mineros medievales, la gente rezaba para recibir protección contra ellos. Los culpaban de los accidentes, y derrumbamientos de rocas que terminaban con las vidas de los mineros humanos. Una de las travesuras preferidas por los kobolds consistía en hacer que los mineros encontraran minerales inútiles. Por ejemplo, los mineros del siglo XVI a veces encontraban lo que parecían ser vetas de cobre o plata, pero cuando la fundían resultaban ser minerales contaminantes que incluso podían ser venenosos en ocasiones. Estos minerales causaban una sensación de ardor en aquellos que los tocaban. Los mineros trataban de aplacar a los kobolds con ofrendas de oro y plata, además de con un trato respetuoso. Sin embargo, algunas historias cuentan que los kobolds daban más minerales venenosos a cambio de este trato bondadoso. Los mineros llamaban a estos minerales ‘cobalto’ por el nombre de las criaturas de las que se supone que venía. En 1735, el químico sueco Georg Brandt aisló a una sustancia de estos minerales y la llamó ‘cobalto rex’. En 1780, científicos demostraron que se trataba de un nuevo elemento al que nombraron ‘cobalto’.

Cuentos de otras partes de Alemania describen a los kobolds mineros como criaturas benéficas, siempre y cuando fueran bien tratados. Los mineros del siglo XIX de Bohemia y Hungría reportaron ruidos en las minas. Interpretaron estos sonidos como advertencias de los kobolds de que no tenían que ir allí. Otros mineros creían que los golpes indicaban dónde se encontraban las vetas de metal: mientras más ruido hubiera, mayor sería la riqueza de las vetas. En 1884, la espiritualista Emma Hardinge Britten reportó la historia de Madame Kalodzy, quien afirmó haber oído a los kobolds mineros mientras visitaba a un campesino llamado Michael Engelbrecht: ‘Durante los primeros tres días de nuestra llegada, escuchamos algunos golpes suaves que venían desde la boca de la mina, como vibraciones o golpes muy distantes...'. Los kobolds a veces son indiferentes a los mineros humanos, siempre y cuando no los molesten. Se contentan con trabajar en las minas, conseguir metales y fundirlos.

Siguiente tema: Gremlin