¿La figura de Drácula estuvo inspirada en alguna persona verdadera? Vlad era un célebre príncipe rumano del siglo XV, también conocido como Vlad III Drácula.
A diferencia del personaje histórico, Bram Stoker ubicó su personaje en un castillo cercano al Pasaje Borgo, en Transilvania, al que se le atribuyen fenómenos sobrenaturales que conserva hoy en día en la imaginación popular.
Además, se cree que Stoker se basó probablemente en mitos irlandeses de criaturas succionadoras de sangre.
También estuvo influenciado por otra ficción contemporánea, Carmilla de Sheridan le Fanu. Este último escribía sus obras mientras Stoker trabajaba como crítico teatral en Dublín, Irlanda.
Como Le Fanu, Stoker construyó personajes femeninos (vampiresas) tales como Lucy Westenra y las novias de Drácula.
La mayoría de las ficciones del mismo género, durante el siglo XX, se nutrieron de Drácula. Películas tempranas como Nosferatu y las que muestran a Bela Lugosi son ejemplos de esta afirmación.
Nosferatu fue una imitación tan evidente de la obra cumbre de Stoker que hasta la viuda del escritor demandó al director por los derechos de autor de su esposo, y ganó el juicio contra la productora cinematográfica. Luego de ser exhibida en Alemania, la película se transmitió en Reino Unido.
LA NOVELA DEL CONDE DRÁCULA - UNA HISTORIA DE VAMPIROS
Drácula (1897), de Bram Stocker, ha sido la caracterización más perfecta de los vampiros, dentro de la ficción popular del siglo XIX.
Su representación del vampirismo como una enfermedad (posesión demoníaca contagiosa), con sus condimentos de sexo, sangre y muerte, fue la consecuencia lógica de la tuberculosis y la sífilis que se expandía a lo largo de la Inglaterra victoriana.
Una década antes, en 1888, la prensa había sensacionalizado la figura de Jack el destripador, un asesino de prostitutas que había sembrado el terror en el este de Londres.
Otro ejemplo importante del desarrollo de la ficción sobre vampiros se puede encontrar en tres novelas fundamentales de Paul Féval: El caballero tenebroso (1860), La vampiresa (1865) y La ciudad de los vampiros (1874).
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