El Soucouyant o Soucriant es una criatura que vive de día en la forma de una mujer anciana en un extremo de la aldea y pertenece al folclore caribeño, sobre todo de Trinidad. A la noche, se quita su piel arrugada, la pone en un mortero y vuela en la forma de una bola de fuego a través de la oscuridad, buscando una víctima para chupar su sangre. Para deshacerse de ella, hay que poner sal gruesa en el mortero que contiene su piel, en cuyo caso no podrá ponérsela de vuelta y muere. El Soucouyant practica la brujería, el vudú y la magia negra. La creencia en esta criatura sigue viva hasta cierto punto en Trinidad. Origen Pertenecen a una clase de espíritus llamados ‘Jumbies’. Algunos creen que los soucouyants vinieron de países europeos en forma de mitos sobre vampiros. Estas creencias se mezclaron con las de los africanos, que fueron esclavizados luego. Otros creen que los soucouyants eran ancianas que hacían la vida de sus vecinos imposible. Los vecinos, entonces, se burlaban de ellas por su piel arrugada y las asociaban con la brujería. En las islas caribeñas ocupadas por los franceses, sobre todo la isla Guadalupe, el Soukougnan o Soukounian es una persona capaz de sacarse la piel y convertirse en una bola de fuego vampírica, pero no puede ser cualquiera. Algunos afirmaban que sólo las mujeres podían convertirse en Soukonian porque los pechos femeninos contenían las alas de la criatura. Creencias La piel de un soucouyant tiene gran valor según se cree, ya que la usan para practicar la Magia Negra-Obeah. El soucouyant puede entrar a un hogar en la forma de una bola de fuego, entrando por la cerradura o por cualquier grieta o agujero de la casa. Si el soucouyant drena demasiada sangre de su víctima, se cree que la víctima moriría y se convertiría en una de estas criaturas o simplemente moriría, dejando su piel como único resto físico. En la cultura popular
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